Los desastres se manifiestan permanentemente en la sociedad. Si bien en muchos casos su intensidad y la magnitud determinan las afectaciones en la población, sus bienes, los servicios y el entorno ecológico; la determinante cuantitativa de los efectos adversos es la vulnerabilidad de los asentamientos humanos.
Puede inferirse que cualquier cambio de la superficie terrestre, ya sea producido por la naturaleza o por los seres humanos, modifica el entorno natural y, de igual forma, las actividades productivas que el hombre realiza. En años recientes, dichas modificaciones han originado una mayor incidencia de los peligros de origen natural, tanto a nivel mundial como nacional. En la última década en particular, el territorio mexicano ha sido severamente afectado por huracanes, inundaciones, erupciones volcánicas y procesos de remoción en masa, fenómenos cuyo impacto se ha magnificado debido a las condiciones de alta vulnerabilidad de la población. Uno de los eventos más catastróficos a este respecto, ocurrió como consecuencia de la combinación de dos eventos hidrometeorológicos en el otoño de 1999, desencadenando inestabilidad de laderas y devastadoras inundaciones en los estados de Puebla, Veracruz e Hidalgo.
En septiembre y octubre de dicho año se registró una fuerte precipitación que afectó, entre otras regiones, la Sierra Norte de Puebla. Uno de los 81 municipios afectados fue Zapotitlán de Méndez, donde además de inundaciones, ocurrieron diversos procesos gravitacionales. Entre ellos cabe destacar un deslizamiento que se convirtió en flujo, y cuyo material sepultó algunas casas, afortunadamente sin pérdidas de vida que lamentar (deslizamiento el Salto). De igual manera ocurrieron otros dos movimientos al sur y noroeste de la cabecera municipal de Zapotitlán de Méndez el primero un deslizamiento denominado el Potrero y el segundo el deslizamiento de la estrella, éste último obstaculizó la carretera interserrana, una de las principales arterias de comunicación.
Zapotitlán de Méndez presenta un alto nivel de peligro por inundaciones e inestabilidad de laderas, lo cual combinado con la alta vulnerabilidad de la población pone de manifiesto el alto nivel de riesgo en que se encuentra. Para poder prevenir desastres no solo es necesario entender los fenómenos naturales a los cuales está sujeta una región, o bien analizar el grado de vulnerabilidad social y económica de la población. Sin lugar a dudas es evidente la necesidad de participación de la sociedad en su conjunto a través de programas de prevención y mitigación de desastres.
Es importante destacar que un programa de prevención y mitigación de desastres, tiene por objetivo el salvar la vida humana, es decir, identificar los riesgos asociados a determinados peligros, y minimizar sus efectos e impacto en la población, que para fines de este trabajo se asocian a procesos de ladera.
Para identificar tales riesgos se deben tomar en cuenta los diferentes escenarios que pueden llegar a ofrecer los procesos de remoción en masa en la zona de estudio. El óptimo funcionamiento y el cumplimiento en su totalidad de la prevención, mitigación y gestión del riesgo es mediante la más completa compilación de los factores que afectan dicha zona, su perfecto conocimiento, que deberán estar reflejados en un programa de prevención y mitigación confiable y manejable, ya que de esto depende la realización del presente proyecto.
La toponimia de Zapotitlán de Méndez se compone de 2 voces provenientes del Náhuatl: "tzapotl", zapote, y "titlan", que indica entre; que quiere decir "entre los zapotes".
Zapotitlán, se situó por primera vez en un lugar llamado Ixcantaman pero ese sitio no fue lugar propicio para la población así que decidieron trasladarse a la región denominada PUHUAC.
Después llegaron los evangelizadores españoles al Puhuac, debido a la gran cantidad de gente que llegó a asentarse en ese lugar tuvieron la necesidad de bajar al valle llamado de Zempoala, después de la conquista estas tierras fundaron a Santa María Zempoala de la sección de Zacatlán.
En el siglo XIX, el municipio perteneció al antiguo distrito de Tetela de Ocampo y en 1895 se constituyó municipio libre. Zapotitlán es un pueblo mestizo porque al llegar los españoles hubo una mezcla con los totonacas que decidieron aliarse a ellos con el fin de vencer juntos a los Aztecas.
De acuerdo con la Enciclopedia de los Municipios de México (CEDEMUN, 1988), la zona de estudio se localiza en la parte norte del Estado de Puebla, sus coordenadas geográficas son los paralelos 19º 58' 10" y 20º 01' 36" de latitud Norte y los meridianos 97º 38' 36" y 97º 44' 24" de longitud Occidental (Figura 2).Tiene una superficie de 35.72 km², que lo ubica en el lugar 210 con respecto a los demás municipios del Estado.
Cuenta con la transición entre los climas templados de la Sierra Norte, y los cálidos del declive de Golfo de México lo que deriva en un clima: semicálido subhúmedo con lluvias todo el año.
El municipio cuenta con 5,267 habitantes (INEGI, 2000b) con una densidad de población de 147 habitantes por kilómetro cuadrado y una tasa de crecimiento anual de 2.33 %. Tiene una tasa de natalidad de 28.4 por ciento; una tasa de mortalidad de 7.0% por ciento y una tasa de mortalidad infantil de 14.6 por ciento. La población es mayoritariamente católica.
Los habitantes del municipio de Zapotitlán de Méndez se alojan en 1120 viviendas habitadas (INEGI, 2000b). El material utilizado para su construcción en techos, paredes y pisos es de losa, de concreto y, generalmente de madera y, teja los techos (Actualidades, 1997).
Basándose en la información proporcionada por el censo de INEGI (2000b), las principales actividades económicas (Figura 3) que caracterizan al municipio son:
Agricultura.- Se produce maíz y café. Tuxtla produce café, maíz y chile y Nanacatlán produce café, maíz, y chile.
Ganadería.- Se cría ganado vacuno, lanar, porcino, caprino y varios como: conejos, asnal, mular y diferentes aves.
Industria.- En esta actividad el municipio se beneficia con la producción de café.
Comercio.- En esta actividad económica encontramos tendajones, misceláneas, panaderías y tortillerías, dedicadas a expender productos alimenticios.
Servicios.- El municipio cuenta con talleres de reparación de calzado, de aparatos eléctricos de uso domestico e industrial, además, cuenta con fondas y expendios de bebidas.
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